El primer temblor se sintio antes de media noche, seguido minutos despues por el terremoto de 6.6 grados que devasto gran parte de Aiquile. El entonces alcalde, Juan Ferrufino relata como la gente tomados por sorpresa salieron a la calle en su ropa de dormir; lo que asaltaba los sentidos, entre los escombros y nubes de polvo de aquella noche, fue un intenso olor a quemado. Mientras la mayor parte de Aiquile quedo destrozado, la iglesia se mantuvo de pie...segun lo que contaba la gente se decia que aquella noche el mismo diablo habia entrado a la iglesia, destrozado el interior como si por machetazos. Despúes del rescate, hecho por los mismos pobladores como se podia, Aiquile recibio un gran apoyo international para la reconstrucción. Sin embargo, queda resalta la infama historia de corrupcion del gobierno cuyo ministro hizo desaparecer buena parte de los fondos. Prometidos nuevas casas por cada una destruida, los pobladores derrumbaron las cascaras de sus antiguas casas coloniales...el Gobierno de Banzar los remplazo por cuartos 6x6 con techo de calamina. Ahora ha renacido un Aiquile de ladrillo y cemento, characterizado por su mercado y su feria de ganado. El festival del charango se celebra con orgullo cada año.
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